El cuidado de la piel es fundamental a la hora de mantener un aspecto joven y saludable. Por este motivo, es importante poner en práctica una serie de cuidados que evitarán la aparición prematura de arrugas, descamaciones, manchas y otros signos del envejecimiento. Para cuidar la piel adecuadamente, es aconsejable utilizar artículos de calidad, como los productos de cuidado de imagen de Farmadistrict.
Asimismo, exposiciones prolongadas al sol pueden suponer un factor clave en el empeoramiento de la elasticidad y la flacidez de la piel, así como en la aparición de arrugas. Del mismo modo, el mantenimiento de regímenes alimentarios poco saludables precipita la aparición de signos de envejecimiento.
Los cambios hormonales también pueden conllevar variaciones en el aspecto externo de la piel. De esta manera, cuando los niveles de algunas hormonas como las del crecimiento, las tiroideas o las suprarrenales disminuyen, la piel tiende a presentar una apariencia menos joven.
La falta de ejercicio físico y de horas de sueño son otras de las variables que hay que tener en consideración a la hora de abordar las causas del envejecimiento prematuro de la piel. En primer lugar, la práctica deportiva mantiene la piel joven al provocar la liberación de hormonas que, como la adrenalina, reducen el estrés y mejoran la circulación de la sangre. En cuanto al descanso, dormir las horas suficientes facilita la realización de procesos como el recambio celular y la síntesis del colágeno de la piel.
Por último, el exceso de tabaco y alcohol provoca la reducción de algunas vitaminas en la sangre, que están vinculadas al mantenimiento de una piel joven. De la misma forma, en cuanto al envejecimiento prematuro, también hay que tener en cuenta que existe un componente genético que determina, en gran medida, el ritmo de los procesos de envejecimiento del organismo.
Del mismo modo, para evitar el envejecimiento de la piel es recomendable abstenerse de tomar el sol durante un gran número de horas seguidas. Por este motivo, frente a los dañinos rayos UVA y UVB del sol, es necesario utilizar a diario cremas con filtro solar. Un error frecuente, en este sentido, es pensar que solo nos exponemos a las radiaciones solares cuando tomamos directamente el sol, cuando éstas nos alcanzan siempre que estamos en un espacio exterior.
Asimismo, aunque a veces nuestro día a día nos exige robarle horas al sueño, es recomendable dormir diariamente un mínimo de 7 horas sin interrupciones. De esta forma, además de mantener un aspecto joven, se evitará la aparición de bolsas y ojeras.
La hidratación y la exfoliación de la piel también es primordial a la hora de mantener la piel cuidada. Así, además de hidratar la piel a diario, es aconsejable exfoliarla cada dos o tres semanas, para eliminar las pieles secas y muertas y destapar los poros. No obstante, ésta no se debe exfoliar con mucha frecuencia, ya que se puede provocar el efecto contrario, secando la piel en exceso. Igualmente, para mantener una piel hidratada es conveniente beber bastante agua, aproximadamente dos litros al día.
Además, en general, la realización de deporte de forma habitual mantendrá nuestro cuerpo joven y enérgico, preparado para asumir el día a día con vitalidad y ganas. De igual manera, la reducción del consumo de alcohol y tabaco tendrá un efecto significativo en nuestra salud cutánea.
Aunque no siempre es fácil, es importante poner en práctica una serie de técnicas de relajación, que nos ayuden a transitar la vida cotidiana de formas más amables y tranquilas. La meditación o el yoga, los ejercicios de respiración profunda o las terapias vinculadas a la música o a los aromas nos mantendrán además de jóvenes, mucho más felices.
Causas del envejecimiento prematuro de la piel
El envejecimiento temprano de la piel se puede deber a diferentes factores. Por un lado, las causas principales suelen ser la falta de cuidados, así como elevados niveles de estrés. En este sentido, el ritmo vertiginoso que caracteriza nuestra vida cotidiana supone un obstáculo a la hora de reservar tiempo para el autocuidado y la prevención del envejecimiento.Asimismo, exposiciones prolongadas al sol pueden suponer un factor clave en el empeoramiento de la elasticidad y la flacidez de la piel, así como en la aparición de arrugas. Del mismo modo, el mantenimiento de regímenes alimentarios poco saludables precipita la aparición de signos de envejecimiento.
Los cambios hormonales también pueden conllevar variaciones en el aspecto externo de la piel. De esta manera, cuando los niveles de algunas hormonas como las del crecimiento, las tiroideas o las suprarrenales disminuyen, la piel tiende a presentar una apariencia menos joven.
La falta de ejercicio físico y de horas de sueño son otras de las variables que hay que tener en consideración a la hora de abordar las causas del envejecimiento prematuro de la piel. En primer lugar, la práctica deportiva mantiene la piel joven al provocar la liberación de hormonas que, como la adrenalina, reducen el estrés y mejoran la circulación de la sangre. En cuanto al descanso, dormir las horas suficientes facilita la realización de procesos como el recambio celular y la síntesis del colágeno de la piel.
Por último, el exceso de tabaco y alcohol provoca la reducción de algunas vitaminas en la sangre, que están vinculadas al mantenimiento de una piel joven. De la misma forma, en cuanto al envejecimiento prematuro, también hay que tener en cuenta que existe un componente genético que determina, en gran medida, el ritmo de los procesos de envejecimiento del organismo.
Cómo evitar el envejecimiento prematuro de la piel
Para evitar que nuestra piel se vea envejecida prematuramente es importante mantener un estilo de vida saludable, con el establecimiento de una dieta sana y equilibrada, que incluya una amplia gama de alimentos con presencia de frutas, verduras, legumbres, carnes magras, frutos secos y ácidos grasos omega 3. Es importante, además, introducir un elevado número de alimentos antioxidantes como son, por ejemplo, las uvas, los kiwis y los arándanos, entre otros.Del mismo modo, para evitar el envejecimiento de la piel es recomendable abstenerse de tomar el sol durante un gran número de horas seguidas. Por este motivo, frente a los dañinos rayos UVA y UVB del sol, es necesario utilizar a diario cremas con filtro solar. Un error frecuente, en este sentido, es pensar que solo nos exponemos a las radiaciones solares cuando tomamos directamente el sol, cuando éstas nos alcanzan siempre que estamos en un espacio exterior.
Asimismo, aunque a veces nuestro día a día nos exige robarle horas al sueño, es recomendable dormir diariamente un mínimo de 7 horas sin interrupciones. De esta forma, además de mantener un aspecto joven, se evitará la aparición de bolsas y ojeras.
La hidratación y la exfoliación de la piel también es primordial a la hora de mantener la piel cuidada. Así, además de hidratar la piel a diario, es aconsejable exfoliarla cada dos o tres semanas, para eliminar las pieles secas y muertas y destapar los poros. No obstante, ésta no se debe exfoliar con mucha frecuencia, ya que se puede provocar el efecto contrario, secando la piel en exceso. Igualmente, para mantener una piel hidratada es conveniente beber bastante agua, aproximadamente dos litros al día.
Además, en general, la realización de deporte de forma habitual mantendrá nuestro cuerpo joven y enérgico, preparado para asumir el día a día con vitalidad y ganas. De igual manera, la reducción del consumo de alcohol y tabaco tendrá un efecto significativo en nuestra salud cutánea.
Tómate las cosas con calma
El estrés tiene efectos directos en el aspecto de nuestra piel, ya que provoca el aumento de hormonas como el cortisol, la destrucción del ácido hialurónico y daños en el ADN celular. Por este motivo, es más que urgente empezar a tomarse las cosas con más calma, aligerando los niveles de estrés y ansiedad.Aunque no siempre es fácil, es importante poner en práctica una serie de técnicas de relajación, que nos ayuden a transitar la vida cotidiana de formas más amables y tranquilas. La meditación o el yoga, los ejercicios de respiración profunda o las terapias vinculadas a la música o a los aromas nos mantendrán además de jóvenes, mucho más felices.