Una gran parte de los trabajos se realizan sentados. A veces, nos pasamos más de ocho horas sentados. Si ya en nuestra oficina o centro de trabajo empleamos esas horas sentados, puede que luego en nuestra casa también continuemos en esa posición unas cuantas horas más. Además, hoy en día con el teletrabajo, esas horas de estar sentados se puede incrementar.

Está claro que tantas horas en una posición no adecuada, por una mala postura al sentarse pueden producir lesiones en la espalda, el cuello y hasta dolores de cabeza.

No es saludable tanto tiempo sentado en una mala posición y hay que tratar de evitarlo para tener una mejor calidad de vida y, también, para poder rendir mejor en nuestro trabajo.

Por ello, tenemos que disponer de una silla ergonómica que pueda ayudarnos a mantener una mejor posición al estar sentados y, por consiguiente, nos resulte más cómodo trabajar y también hacerlo de una manera más segura para nuestra salud.

Para esta función tan importante para nuestro bienestar están las sillas ergonómicas. Una silla ergonómica es un tipo de silla que se regula para adaptarse a las características de cada persona que la utilice. Lo que hacen las sillas ergonómicas es repartir las presiones de nuestro cuerpo de una manera equilibrada. Es decir, la regulación de la silla ergonómica es fundamental para adquirir una postura cómoda y saludable.

Una silla ergonómica se regula dependiendo de la estatura y complexión de cada usuario.

  • En altura, dependiendo de la estatura de cada persona, de modo que no hay una excesiva inclinación al sentarse.
  • En profundidad, dejando una pequeña separación entre el borde de la silla y la rodilla de modo que se reduzca la presión sobre la rodilla y la sangre circule mejor.

Además, la silla ergonómica debe ser reclinable y permitir un ángulo de balanceo, sincronizado con el movimiento del cuerpo, que produzca relajación, podéis consultar más información en Castilla, tienda especializada en mobiliario de oficina.

La silla ergonómica también tiene que tener un respaldo que se adapte perfectamente a la morfología de cada usuario.

Por último, la silla ergonómica debe estar fabricada de materiales transpirables y antiestáticos capaces de eliminar esas molestas descargas de electricidad estática.

Por todo ello, es fundamental para nuestra calidad de vida y nuestro rendimiento laboral disponer de una silla ergonómica de calidad. Para ello, hay que asesorarse con buenos profesionales especialistas y pensar que la calidad siempre tiene un precio.